Lima de lujo

No hay que salir de viaje para gozar de los lujos de un hotel cinco estrellas. Aprovechemos los beneficios para peruanos y escapémonos un fin de semana.


Qué rico es levantarse en un hotel cinco estrellas, las sábanas suaves, todo impecable, el desayuno a la cama, el jacuzzi listo. De repente, te acercas a la ventana y ¡oh! sorpresa, ¡estás en Lima! Es ahí donde te das cuenta de que, para darte esos pequeños antojos, no es necesario salir de la ciudad.

COMO EN CASA PERO DE LUJO
En el Miraflores Park Plaza, Paul McCartney se sintió tan en casa que salió una mañana a montar bicicleta. Así, el ex Beatle recorrió el malecón de Miraflores como si fueran las calles de Liverpool. Basta con estar en una de sus habitaciones con una vista impresionante al mar para que uno se quede mirándolo durante toda la tarde; pero mejor hacerlo desde la piscina, climatizada todo el año, o quizás disfrutar en el Zest Spa y sus tratamientos renovadores. A pocas cuadras de ahí, el JW Marriot cuenta también con una vista privilegiada. Ubicado frente al C.C. Larcomar, aquí no hay nada mejor que despertarse una mañana despejada y ver porqué Lima es querida por ser la única capital de Sudamérica que está junto al Pacífico. Contempla este paisaje con el desayuno buffet, y desde la piscina y desde el gimnasio y durante todo el fin de semana, si así lo deseas.

GUSTOS DE LA CIUDAD
En el Westin puedes pasar días sin salir. El Heavenly Spa by Westin es el spa más grande de Sudamérica. Piscinas dinámicas, baño turco, jacuzzi, sauna, masajes y diferentes tratamientos faciales convierten a este espacio en una representación del paraíso en plena Javier Prado. Tiene paquetes especiales para novias, parejas y cualquiera que quiera llenarse de engreimientos. En sus dos restaurantes, tanto en el Market 770 como en Maras, del chef Rafael Piqueras, puedes degustar lo mejor de la comida peruana y fusión. Los fines de semana tienen un desayuno buffet que incluye estación de chicharrones, butifarras y tamales.



La última novedad cinco estrellas en la ciudad es el Hilton Lima Miraflores. El tenista Rafael Nadal pudo disfrutar de sus instalaciones en su reciente visita a Lima. Desde la piscina, se aprecia la vista de casi todo el distrito y, en el primer nivel, el restaurante Social sirve desayunos, almuerzos y cenas con platos que fusionan la comida estadounidense con ingredientes de la cocina local. Por la noche, el bar del vestíbulo se abre sobre una terraza a nivel de la calle en donde todos los que pasen por ahí pueden entrar a tomarse un trago. No hace falta viajar miles de kilómetros. Busca el hotel que más te guste, haz tu reserva e intérnate en unos días de placer a pocas cuadras de casa.

¿Dónde?
Miraflores Park Hotel. Malecón de la Reserva 1035, Miraflores. miraflorespark.com
JW Marriot Lima Hotel. Malecón de la Reserva 615, Miraflores. jwmarriottlima.com
Westin Lima Hotel. Las Begonias 450, San Isidro. T 201-5000. westin.com/lima
Hilton Lima Miraflores. Avenida La Paz 1099, Miraflores. lima.hilton.com

Litoral Peruano, Playas para pasar el Año Nuevo


Pasar Año Nuevo en la playa suele ser la opción favorita de muchos. Este año no será la excepción, ya que a lo largo del litoral una serie de celebraciones harán que la cuenta regresiva sea al lado del mar. En el sur, Mejía siempre será la reina. Esta divertida playa arequipeña sorprende por sus carnavales pero el 31 de diciembre convoca a decenas de visitantes, quienes llegan hasta el lugar para disfrutar en medio de tradición y festejo. Si subimos, Paracas será la elección para los que buscan escaparse de Lima sin irse tan lejos. Este año, como no podía faltar, el hotel Paracas Luxury Collection Resort de la cadena Libertador celebrará a lo grande con una fiesta al pie de la bahía.

Y si deseas un plan más tranquilo y contacto con la naturaleza, una playa para acampar será tu mejor opción. Desde Chancay hasta la zona de Tuquillo en Huarmey existen caletas en donde es seguro armar un campamento: Paraíso, Centinela, Hornillo y Bermejo son algunas. También puedes elegir Co- lorado, Vegueta o Tambo de Mora, ideales para relajarse en familia. En varias de las caletas hay algunas casas de pescadores que ofrecen menús a un precio cómodo. Toma en cuenta que las recomendaciones son distintas para cada zona: mosquitos, calor o viento pueden ser algunas de las peculiaridades.

Al norte, Máncora y sus alrededores son sinónimo de entretenimiento. El 2014 el feriado cae miércoles por lo que, si tienes suerte, podrás hacer puente y tener cinco días de pura diversión. En la zona de Vichayito hoteles como Las Cabañas de Antica o Tennis y Playa suelen hacer fiestas que congregan a la juventud norteña. En el mismo Máncora las opciones son múltiples en los diferentes bares de la zona. El bar del hotel Kokopelli es ideal para celebrar sin preocuparse. Un poco más al norte, Punta Sal no tiene pierde y la fiesta del hotel Punta Sal es un clásico. Las cartas están sobre la mesa. Decide cuál es la que más te gusta y prepárate para celebrar a lo grande este fin de año.

Cusco de Lujo Hoteles 5 Estrellas

Si planeas celebrar en el Ombligo del Mundo, no te arrepentirás. Hoteles cinco estrellas y servicios de lujo te esperan. Uno de los más exclusivos, Palacio Nazarenas, ofrece un programa de Año Nuevo completo. La celebración propone un cóctel con canapés y champán en la renovada capilla Virgen de la Asunción, acompañada de música andina en vivo, para luego disfrutar con una fiesta en la piscina, en la que, además de bailar, conocerás tu futuro con la lectura de hojas de coca. Tarifa: S/.924 por persona. Si deseas pasar una noche en este lugar de ensueño, presupuesta unos S/.2.478 más impuestos para una habitación junior suite.

Antiguos monasterios, templos coloniales y casonas incas han sido recuperados y convertidos en lujosos hospedajes que te aseguran una experiencia auténtica.

Un antiguo convento colonial construido en el siglo XVI alberga al recientemente inaugurado JW Marriott Cusco. Un rincón cusqueño declarado Patrimonio Cultural y que expone restos arqueológicos de los periodos preinca, inca, colonial, republicano y contemporáneo en sus instalaciones. La opulencia se vive en sus 153 habitaciones y 7 suites, equipadas con lo último en tecnología, e incluso sistemas de oxigenación para aliviar el mal de altura. Pernoctar la noche del 31 de diciembre puede costarle desde US$509. En tanto, la cena para el fin de año será acompañada de música en vivo y los precios son de S/.336 por adulto y S/.168 por niño (de 6 a 12 años). En ambos casos, se incluyen impuestos.

La tercera alternativa top en este listado es el Hotel Monasterio, de la cadena Orient-Express, cuyo paquete de Año Nuevo contempla un cóctel de bienvenida y jazz en vivo, una cena de seis tiempos en el mismo restaurante con un imperdible show de ópera o una cena gourmet en el restaurante Illariy, acompañada de música peruana e internacional. El brindis de medianoche se hará en el patio principal con un show de fuegos artificiales. Los precios van desde S/.700, y la habitación doble o simple cuesta S/.1.862 más impuestos.

Finalmente, el hotel Palacio del Inka de Cusco ofrece paquetes de una noche para dos a S/.988, que comprende desayuno, cena con menú turístico, 15% de descuento en el spa y otros beneficios. La cena del 31 cuesta S/.320 por persona.

En tanto, renovarte con las energías de la naturaleza y vivir una superexperiencia en un viaje de ensueño por los caminos que transitó Hiram Bingham en su travesía para descubrir la ciudadela de Machu Picchu es posible gracias al servicio de tren de Perú Rail que lleva el nombre del descubridor. Este servicio exclusivo parte a las 9 de la mañana del 31 de diciembre, desde Poroy. El camino le regalará hermosas vistas del Valle Sagrado y los nevados imponentes que tutelan la ruta, mientras disfruta de almuerzo a bordo, bebidas, show de percusión, tour guiado y la hora del té antes de retornar a la ciudad. El tren sale de Aguas Calientes a las 5:50 p.m. y a bordo te espera una cena incomparable. El valor del paquete es de S/. 2.119,6 por persona.

Amanecer frente a nuestra maravilla natural es un lujo que vale la pena. El Sanctuary Lodge, ubicado dentro de los límites del Santuario, se prepara para recibir el 2014 con deliciosa gastronomía en el restaurante Tampu. Pagando desde S/.2.758, puedes descansar en una habitación estándar. Por tratarse de fechas tan demandadas, las cadenas solicitan que reserves los servicios entre noviembre y los primeros días de diciembre. Optar por alguna de las propuestas presentadas te asegura unas fiestas de fin de año a todo lujo.

De Lima al Sondondo

La carretera que conduce de Lima al sur de Ayacucho, vía Nasca, atraviesa pueblos con una gran biodiversidad, buena cocina y misteriosos lugares arqueológicos. Allá, en el sur, uno se la pasa bien. Y si va en auto, mucho mejor.


La ruta es larga pero vale la pena explorarla. Sugerimos salir de Lima temprano para realizar la primera parada en Palpa, luego de cinco horas a paso quieto. Palpa es un pequeño valle escondido que se abre misterioso entre cerros y dunas. Alberga interesantes tesoros como los petroglifos de Chicchitara y geoglifos en el desierto, pero además es pueblo pintoresco, con una Plaza de Armas rodeada de casonas antiguas que conservan su estructura original. Palpa, además, huele a mango, ciruela y naranjas, y es tierra de los camarones más colorados y carnosos. Allí se puede disfrutar, en los restaurantes al lado de la carretera, de fuentes acevichadas o de chicharrón. Para el postre: raspadillas de fruta o aquellos dulces de olla que prepara en su casa doña María Paz Herrera, tales como compota de mango, limones o naranjas agrias rellenas.


La ruta de Lima al Sondondo cuenta con todos los servicios necesarios para realizar un viaje seguro en auto, una razón más para recorrerla.

Unos kilómetros más (43 km) y está Nasca. Antes de llegar a la ciudad, en el km 421,3 de la Panamericana Sur, se encuentran las líneas y el museo Maria Reiche. Existe también un pequeño mirador desde donde se pueden ver algunos de los dibujos parcialmente. Si no piensan subirse a la avioneta, sirve para hacerse la idea de lo que se puede ver; eso sí, se necesitan paciencia y tolerancia para con los vientos. A poco más de 25 km, entre dunas y bosques de huarangos, está Nasca. Aquí puede pasar la primera noche; hay ofertas que integran paisaje con modernidad y que apuestan por el desarrollo sostenible. Nasca es ciudad grande y activa. Dentro de sus imperdibles están los acueductos de Cantalloc, modelo de tecnología hidráulica ancestral; las plantaciones de cactus para extraer la cochinilla (saliendo del hospedaje-fundo Wasipunko); y el impactante centro ceremonial de Cahuachi, que se encuentra en la mitad del desierto y data de entre los años 1 y 500 (cultura Nasca).


De Nasca se parte a la sierra por la carretera a Puquio. A 77 km de Nasca, vía corredor Nasca-Cusco; y a 870 km al suroeste de la ciudad de Ayacucho, se encuentra Pampa Galeras, Reserva Nacional a cargo de la Comunidad Campesina de Lucanas (Ayacucho). Este es el comienzo de un safari fotográfico de la fauna que habita la zona, sobre todo las vicuñas. Su piel canela contrasta con el dorado de los campos y cielo azul intenso. La reserva tiene una extensión de 6.500 hectáreas. El paisaje es único, y para gozarlo con tradición, lo mejor es viajar para el 16 de junio, 15 y 22 de julio o el 24 de junio, y presenciar el chaccu: práctica ganadera y ritual ancestral en el que se trasquila a la vicuña.

LLEGANDO AL FINAL
Lo conveniente será luego viajar hasta Puquio (a 154 km o dos horas y media de Nasca) por carretera asfaltada, desde ahí se toma el desvío al valle del Sondondo, parada final. Son 65 km, unas dos horas de viaje. Tierra de cóndores y andenería preinca, en este impresionante emplazamiento habitan diversas comunidades, como Andamarca, Chipao, Mayobamba, Aucará y Cabana, que han sabido cómo articularse para brindar servicios turísticos. Andamarca (distrito de Carmen Salcedo, provincia ayacuchana de Lucanas) es la puerta de ingreso al valle. Sus terrazas de cultivo de cereales, papa y habas fueron fuente de vida para generaciones, y hoy se encuentran en vías de recuperación. Todo es verde y florido, libre de contaminación, el hábitat ideal para diversas especies de fauna, como el cóndor andino.

En la pequeña Plaza de Armas de Andamarca hay un centro de cultura dirigido por Fátima Titu Huamán. Ella tiene también una pequeña cafetería que ofrece dulces de manzana y zanahoria, sánguches y pizzas. La comunidad ha sabido organizarse y propone un recorrido que une el mirador de los andenes con el Museo de Andamarca, el de Danzantes de Tijeras y Taller de Telares. Además, hay otro circuito arqueológico y de naturaleza (cuatro horas) en el que se puede visitar el Centro Arqueológico de Caniche, el Camino Inca y realizar observación de aves en la laguna Yarpu.

Pasen la noche en Andamarca. Vivan una experiencia única. Un real contacto con la naturaleza. Al amanecer, apúntense a ese viaje inolvidable que será el circuito de observación de cóndores. Toma media hora llegar al Mirador de Moyobamba y ver el vuelo de las aves. Pueden aprovechar también para visitar la localidad de Moyobamba y Chipao, los minivolcanes de Mayobamba y los baños termales. Un último dato para alegrar la jornada de regreso: el circuito del queso lucanino, que dura cerca de tres horas e incluye hasta ordeñado de vacas y degustación de quesos aromáticos. Haga sitio en la maletera que volverá cargado.

En el mes de junio se celebra la fiesta del chaccu en Pampa Galeras. Derecha: La oferta hotelera ya no es problema. Existen buenos hospedajes, como el Fundo Wasipunki (en la foto), en Nasca.

¿Dónde hospedarse?
Nasca Casa Andina Classic. casa-andina.com / Hotel Majoro. hotelmajoro.com / Fundo Wasipunko. 056-523-212. /
Palpa Manantial y Fundo de Santo Domingo de la Máquina. email: alfonsotijerog@hotmail.com
Turismo rural y comunitario: Máximo Rojas García: maximo.rojas.galeras@hotmail.com
Comunidad Campesina Lucanas: lucanas.org

Loreto, Navengando rumbo al Paraíso

Vive una experiencia natural en crucero sobre el Amazonas y descubre así una forma espectacular –y ahora más asequible– de conocer los misterios de la reserva Pacaya Samiria.


Ingresamos a la Reserva Nacional Pacaya Samiria, la segunda Área Natural Protegida más grande del país y uno de los lugares más impresionantes de la Tierra. Si antes era casi un sueño realizar esta travesía, ahora la oferta se ha tornado más asequible, perfecto para nuestro ímpetu viajero. En esta ocasión, todo inicia en el puerto privado de Jungle Experiences. Punto de partida del crucero “M/V Amatista”, un modelo clásico de la década de 1800, creado para navegar por la ruta de los colonizadores, pero con grandes comodidades y a un precio de promoción solo para peruanos. Este surca los ríos Amazonas, Marañón y Ucayali para luego internarse en parte de los más de 20.800 km² que comprende este mágico lugar llamado Pacaya Samiria.

Las altas temperaturas invaden los exteriores de la cubierta superior de la embarcación. Claudia Rodríguez, gerente general de Jungle Experiences (empresa que administra el crucero), da la bienvenida y cuenta las novedades de este clásico fluvial.

“Seis meses tardaron las obras de remodelación de este barco construido en el siglo pasado. Se optimizó el servicio de agua caliente, la ropa de cama y algunos detalles funcionales en las habitaciones. Además, se creó una sala interior, para lectura o televisión, que goza de impresionantes vistas”, cuenta Rodríguez.

Según Sernanp, en Pacaya Samiria existen más de mil especies de vertebrados, 69 tipos de reptiles, 256 variedades de peces y 229 de aves.
Un primer movimiento del barco causa gran emoción en los viajeros que permanecen perplejos ante la inmensidad de la enigmática selva, sin saber siquiera con lo que se toparán. Este paraíso biodiverso resguarda especies exóticas, que no se ven comúnmente por la caza indiscriminada. Una de las más famosas es la Victoria regia, un lirio acuático enorme que puede medir hasta tres metros de diámetro y que es capaz de sostener hasta 40 kilos de peso.

También se dejan ver los inconfundibles shanshos, aves de apariencia prehistórica que miden alrededor de 60 centímetros y que vuelan lentamente pequeños tramos. Si divisas uno, debes esperar unos minutos porque suelen andar en grupos numerosos.

A TODA HORA
Cada excursión es una experiencia sensorial inconfundible. El sonar de una campana anuncia que es momento de partir hacia una nueva aventura. Por la mañana, se visitan colpas y garzales. El desayuno puede ser a bordo de pequeños botes en plena zona protegida de la reserva. Algunas horas después, es posible practicar pesca deportiva de pirañas, peces gato y otras especies que conviven en las aguas oscuras de los tributarios. Dar una vuelta por alguna comunidad ribereña es una gran alternativa que culmina con impresionantes puestas de sol, muchas veces acompañadas de espectáculos acrobáticos de bufeos rosados.

En la Amazonía habita la flor acuática más grande del mundo: la Victoria regia, que florece cada dos o tres meses en las lagunas tranquilas y poco profundas. Según informan los guías, esta variedad se caracteriza por su enorme tamaño y su resistencia, que le permite sostener a un pequeño de 40 kilos en promedio.

Al llegar la noche, el escenario cambia radicalmente. Los insectos voladores se acercan a la luz de las linternas, las tarántulas salen de sus nidos instalados en los árboles y los ríos son invadidos por caimanes negros, acostumbrados a las aguas calmas y zonas pantanosas de la selva. El guía Robinson Rodríguez, explica que “estos animales, que solo dejan sus ojos a la vista de los turistas, al igual que el otorongo, el manatí y algunas especies de monos, que no se ven por la caza indiscriminada, todavía habitan en la espesura de la jungla”.

De día o de noche, los compañeros infaltables son: repelente, camisa de algodón y manga larga, botas para la lluvia y una buena cámara fotográfica. De lo demás se encarga la tripulación.

Avistamiento de aves, caminatas por la selva y excursiones nocturnas son parte de los itinerarios de los viajes en crucero.

MÚLTIPLES ALTERNATIVAS
Pasar 4 días en el crucero “M/V Amatista” cuesta S/.2.000, una tarifa especial solo para peruanos, que incluye traslados en Iquitos, comidas y excursiones. Hay salidas en noviembre (del 24 al 29 y del 26 al 29) y en el mes de diciembre también (del 30 al 2 de enero). El plan para recibir el 2014 es de cuatro días en los que adicionalmente se contempla una cena la noche del 31, con música en vivo, cotillón y brindis con champán.

A esta reserva ingresa también el lujoso crucero “Aqua”, el cual cuenta con 12 lujosas suites provistas de ventanales panorámicos que ofrecen vistas impactantes; y el “M/V Aria”, la segunda embarcación de Aqua Expeditions, que posee 16 suites diseñadas por el arquitecto Jordi Puig. Los precios en ambos casos van desde los US$2.800 en promedio por persona en habitación doble.

Otros gigantes que surcan el Amazonas son el exclusivo “Delfín I”, de cuatro suites con terraza privada y dos de ellas con piscina de hidromasaje; y el “Delfín II”, con 14 confortables cabinas diseñadas para viajeros exigentes. El costo por excursiones de cuatro días y tres noches es de US$3.400 y US$2.900, respectivamente.

Cabe recordar, que la naturaleza es impredecible. Así que, en lugar de memorizar el programa, abre bien los ojos, pon a prueba tu olfato, saborea nuevas recetas, aprende a oír el silencio y acaricia la grandeza natural. Sin duda, esta será la mejor experiencia de tu vida.

¿Cómo llegar?
Lan, Star Perú y Peruvian Airlines vuelan a Iquitos. El viaje dura 1 hora y 45 minutos en promedio. Desde US$131. El crucero parte desde Nauta, a unas dos horas de la ciudad. Existen itinerarios desde 3 hasta 5 noches.

Temporalidad
La temperatura fluctúa entre 20 °C y 33 °C. Entre octubre y abril, se presentan precipitaciones, mientras que la temporada seca va de mayo a setiembre. Visitar esta zona en época de lluvia te permite disfrutar del bosque inundado y te acerca a las copas de los árboles y zonas menos accesibles para avistar animales. Los itinerarios presentan algunas actividades diferentes en la época seca, cuando se realizan mayor cantidad de caminatas al interior del bosque y grandes jornadas de pesca.

Cruceros
M/V Amatista. Av. José Pardo 541 0f. 111, Miraflores. Teléfono: 255-7736 sales@grupo-dorado.com / junglexperiences.com
Aqua expeditions. Av. El Polo 670, bloque C. Of. 303. CC El Polo II. Teléfono: 434-5544 aquaexpeditions.com
Amazon River Expeditions. Av. Las Camelias 511. Of. 402, San Isidro.Teléfono: 421-9195 amazonrex.com Delfin Amazon Cruises. Calle Soldado Cabada 289 Interior E, Barranco. Teléfono: 719-0998 delfinamazoncruises.com



Apurímac, Paraíso de piedras

Pancula, al sur de Andahuaylas, no solo es un incomparable fenómeno geológico,sino un viaje al pasado de la rica cultura Chanka.

El nombre Apurímac proviene del río homónimo que discurre en su límite oriental y septentrional. En quechua Apu Rimaq significa el Dios que habla u oráculo mayor

Todo era irreal. Desde que uno ingresa, queda perplejo ante el mar de rocas que semejan afilados colmillos de hasta 10 metros de altura, y uno no puede dejar de sentir, con cierto estremecimiento, que está penetrando a las fauces abiertas de una montaña hambrienta.

Pero eso no es nada, las sorpresas no cesan cuando se llega a Pancula. Como las asombrosas viviendas que familias campesinas han acondicionado en la base de estas formaciones líticas, integrando la estructura piramidal tipo hongo para utilizarlas como techos y paredes. Esta fusión ha producido alucinantes moradas de exquisita arquitectura. El ingenio popular las ha denominado como la “casa de los pitufos”.

En términos estrictos, se la puede catalogar como un bosque de piedras, aunque la denominación no le hace justicia a esta surrealista formación geológica de colosales dimensiones: 60 hectáreas que se distribuyen en una profusión de farallones poblados de conos perfectos, pasadizos, laberintos, paredes encaladas y caprichosas siluetas, que parecen haber sido esculpidas por un artista enloquecido. Las sombras del atardecer se encargan de juguetear en su superficie y no es difícil imaginar rostros y cuerpos de animales, pero también de hombres y seres mitológicos.

A una altura promedio de 3.600 msnm, Pancula está a un paso de la provincia de Sucre, en Ayacucho. Solo los separa el río Chicha.


LAS FIGURAS CÓNICAS DE PANCULA SE ASEMEJAN AL CÉLEBRE PAISAJE DE CAPADOCIA, EN TURQUÍA.

Muy pocos conocen, y menos han oído hablar de este paraíso prehistórico. Mejor así, para que mantenga su pureza y su aire a mundo extraviado. Pero no cabe duda de que, cuando las condiciones de servicios e infraestructura mejoren, no solo acudirán mochileros, sino turistas formales que no podrán resistirse ante las peculiares bondades de este destino.

El señor Donato Ccasani en su casa en Titayhua, camino a Pampachiri.
Su fundo de 80 hectáreasalberga 350 ovejas, 60 vacas y 50 alpacas.
REY DE LA PUNA
Cuando la noche se desvanecía, abandonamos Andahuaylas, cruzando un puente colonial, de los tres que hay en la ruta a Pampachiri (distrito que alberga a Pancula), para luego trepar a las alturas donde se ubica el aeropuerto, mientras que en cada curva se veía la ciudad.

Con las primeras luces del amanecer pasamos entre cultivos de cebada y trigo dorados, luego desaparecieron las chacras y asomaron vastas extensiones de ichu como un pelaje cubierto de nieve. De vez en cuando una vizcacha se dejaba ver entre los matorrales, y podían distinguirse evasivas vicuñas en la lejanía.

A mitad de camino, Filio Ccasani, el chofer que nos trasladaba a Pancula, nos pidió permiso para desviarnos con la intención de visitar a su padre, un pastor de ovejas y alpacas que vivía en una casa de piedra en medio de la puna. No podíamos negarnos. A pesar que luego de la visita nos quedamos atascados, no nos arrepentimos. Fue una lección de antropología, de hospitalidad y de identidad cultural del patriarca de la familia Ccasani, de 74 años, cuya vestimenta remendada no le quitaba un ápice de dignidad. Siendo analfabeto es un exitoso ganadero y no le gusta ir a Andahuaylas; pertenece y ama esta inhóspita tierra, sus nubes y montañas. Este es su reino y no lo cambiaría por nada.

MEDITANDO BAJO EL VOLCÁN
Por fin arribamos a Pampachiri, acogedor pueblecillo con una notable iglesia colonial que luce inusuales representaciones de felinos y figuras humanas desnudas en su portada. Fueron elaboradas, tal vez a escondidas, por los indígenas que ayudaron a construir el templo de San Cristóbal, sorprendiendo así a los fieros evangelizadores y extirpadores de idolatrías del siglo XVI.

De Pampachiri a Pancula se va por una trocha carrozable al borde del Chicha, río que separa Apurímac de Ayacucho. Hay dos alternativas para llegar al bosque de piedra: uno a través de la comunidad de Chucchumpe, y otro por la comunidad de Llancama. La primera tiene la ventaja de ser más rápida y de acceder a la “casa de los pitufos”; mientras que la segunda ruta conduce al epicentro de Pancula.

Sea como fuere, lo cierto es que este inconcebible conjunto, que data de hace tres millones de años, no se originó de la noche a la mañana. Según el geólogo Guillermo Maldonado Taipe, su formación tomó miles de siglos para, finalmente, adoptar las características que ahora posee. El investigador apunta que el cambio brusco de la geografía de la zona fue producido por la erupción de los volcanes Qarwarasu y Sotaya.

Aún ahora quedan vestigios de la hecatombe causada por volúmenes inusuales de lava y material piroclástico que arrasaron la región. Este suceso hizo posible que las montañas cercanas a los 4 mil metros de altura semejaran a un desierto costeño, pues están tapizadas de arenisca blanca. Como si fuera poco, la intensa actividad de estos ancestrales cráteres, ahora inactivos, aportaron decisivamente a la estética de la zona, debido a que el bosque de piedra se encuentra en medio de una serie de pequeños y simétricos volcanes que terminan por otorgarle un innegable hechizo esotérico al fascinante universo geográfico de Pancula.

Aunque parecen recipientes para agua, en realidad se cree que es un
observatorio astronómico prehispánico.
El mejor momento para observar Pancula es, sin duda, al atardecer, cuando el viento silba entre las rocas y las sombras se alargan, avivando la imaginación: instante insuperable para la meditación y para reconocer lo insignificantes que somos. Y es que esta maravilla telúrica es la esencia en estado puro, el magma, el fuego sagrado que emergió de las profundidades de la Tierra para moldear, a través de la luz, el viento, la lluvia y el frío, un escenario sobrecogedor, sin paralelo en el Perú.

Cómo llegar
Desde Lima, vía aérea hasta Andahuaylas (1 hora). Luego tomar la carretera afirmada de 120 km hasta Pancula (4 horas).

Alojamiento
En Pampachiri: Taytacha Tamana Wasi En Andahuaylas: Imperio Chanka Hotel imperiochankahotel.com

Contacto
Filio Jacinto Ccasani Ccaccya. T. 983-653-824

San Martin, Caminos de la conservación

Vive una experiencia distinta en el departamento de San Martín yconoce el país de la mano de personas que lo están protegiendo.

Gracias a la conservación, en Ojos de Agua se ha logrado salvaguardar las especies de la zona.

Cada viaje que hacemos por el Perú nos llena de energía y nos contagiamos de la pasión de cientos de personas que están cuidando el país para todos nosotros. Para que podamos seguir tomando agua de las quebradas, para que miles de especies puedan seguir vivas. Experiencias que nos marcan de por vida. Acompáñanos esta vez a San Martín y conoce a personas que están cuidando los bosques en donde el mono tocón es el engreído.


OJOS DE AGUA
“Es una tontería que sigamos cortando árboles para hacer leña que es usada como carbón”, nos comentó William mientras le daba brasa a una parrilla con briquetas que él mismo fabrica con los residuos del coco. En el poblado de Pucacaca, William y cinco compinches más –Felipe, Tiberio, Joaquín, Arnaldo y Pablo– son los miembros más activos de la Asociación Bosques del Futuro Ojos de Agua, creada para conservar más de 2.400 hectáreas a las que llamaron “Ojos de Agua”. Vieron en la conservación la forma de ganarse la vida. Mantienen las trochas y evitan la caza y la extracción de madera. Es una tarea difícil. Se necesitan tres días para recorrer los más de 30 kilómetros de senderos que tiene la concesión. Pero vale la pena. Lograron reducir en un 99% las actividades ilegales en la zona y salvaguardar un bosque de gran riqueza. Sin embargo, su labor recién empieza, las amenazas son latentes y los recursos, cada vez menores.

PUCUNUCHO
Hace 19 años, Karina Pinasco y su madre empezaron este sueño: tener un área de conservación privada (ACP) que ayude a recuperar las insanas quebradas. Sus vecinos se reían. Sin embargo, la naturaleza les mostraría que no estaban equivocadas. En el 2005 una sequía asoló la Amazonía. Todo se secó y las comunidades de alrededor de Pucunucho se quedaron sin agua para beber. De todas las quebradas, solo Pucunucho y Mangapaquina, parte de su ACP, no se secaron. Todos dejaron de decir que estaban locas y se contagiaron de lo que ellas hacían. Después del trabajo de Karina, especies reaparecieron en la zona. El mono tocón, en peligro de extinción y uno de los 25 primates más amenazados del mundo, volvió por San Martín, de donde es endémico y no se le había visto en mucho tiempo.


JUNINGUE
Abel Hoyos Salazar es un profesor y poeta moyobambino que recuerda su niñez con una sonrisa a medias. Creció correteando insectos, lanzándose en el río y saltando entre los árboles. Pasaron los años, llegaron la carretera, las amenazas, y los ojés y renacos gigantes que solía abrazar, ya no estaban. Las leyendas de la selva que sus padres le solían contar no tendrían sentido sin un árbol, sin un río, sin animales. Él y sus ocho hermanos decidieron conservar el bosque. Crearon el ACP Juningue. Decenas de variedades de helechos, cedros y plantas medicinales, como la sangre de grado, conviven en este espacio con reptiles y mamíferos, como el mono tocón, el armadillo peludo y la perdiz de pata colorada. Construyeron un vivero con plantas nativas que van sembrando en los linderos de su predio. Han ubicado centenares, pero aún están comenzando.


TAMBO ILUSIÓN
La primera vez que Armando Rodríguez llegó a Tarapoto, en 1985, este terreno en medio de la selva estaba pelado. La tierra era explotada para sembrar caña de azúcar y para que el ganado paste. A pesar de la situación en la que estaba, lo compró y lo llamó Tambo Ilusión. Su plan era combinar el ecoturismo y la permacultura, una filosofía de vida que tiene como base el yoga, la meditación y la medicina natural para lograr la plenitud. Sin embargo, el terrorismo y el narcotráfico lo obligaron a irse. En su ausencia destruyeron todo lo que había sembrado. Regresó en 1996 y fue reconstruyendo de a pocos. Plantó cientos de caobas, cedros, pucaquiros y otras especies que fueron apoderándose del fundo como un milagro. Hoy es un paraíso. Ideal para descansar, meditar y conectarse con la naturaleza.